miércoles, 30 de marzo de 2011

El cruce del Rubicón

Del cruce del Rubicón por Julio César viene el uso de esa expresión como sinónimo de lanzarse irrevocablemente a una empresa de arriesgadas consecuencias.
Definiendo empresa como acción o tarea que entraña dificultad y cuya ejecución requiere decisión y esfuerzo; definiendo arriesgado como aventurado, peligroso, osado, imprudente y temerario; definiendo consecuencia como hecho o acontecimiento que se sigue o resulta de otro nos encontramos con la fórmula perfecta para definir el paso a ser madre como "el cruce del Rubicón personal".
De lo anteriormente expuesto se deduce que hasta llegar a ese momento una se prepara física y psicológicamente para ello. Se deduce también que es una decisión meditada y a la cual se llega después de haber usado un análisis DAFO (estudio de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades del sistema) cuyas conclusiones hayan resultado positivas.
Entendemos por debilidades la carencia de energía o vigor en las cualidades o resoluciones del ánimo; entendemos por amenazas los indicios de algo malo o desagradable; entendemos por fortaleza la fuerza, el vigor y la virtud que consiste en vencer el temor y huir de la temeridad; entendemos por oportunidad la sazón, la coyuntura, la conveniencia de tiempo y lugar. Y en este contexto entendemos el sistema como el núcleo familiar -reducido en el momento descrito a futuro padre y futura madre-.
Una vez efectuado dicho análisis y viéndose compensadas las debilidades y amenazas por las fortalezas y oportunidades, considerando que el sistema esté adecuadamente ensamblado en aspectos madurativos y considerando que la salud física y mental sea la adecuada se firma el acuerdo oportuno y... allá va.
Unos meses después, dependiendo según sesudos estudios de un 40% de empeño y un 60% de tino, llega el momento en que el Rubicón en forma de rotura de aguas se aparece ante nuestros ojos. Dicen que Julio César se detuvo un instante atormentado por  las dudas pero ese instante ya no nos es concedido.
Dicen los que saben que las dos orillas del Rubicón representan la seguridad de la pertenencia a la tiranía y la peligrosa libertad.
Que cada una decida en qué orilla estaba antes y después.

(Imagen: confettybaby.blogspot.com)

domingo, 27 de marzo de 2011

La barandilla en los balcones (II)

Hoy os acerco algunas de las frases que me llamaron la atención en cuatro libros muy diferentes entre sí.

"La gente sólo fotografía los momentos felices (...) La obsesión del álbum familiar por reflejar sólo lo  bueno llega al extremo de que en ocasiones algunas fotografías aparecen rotas por la mitad, pues no es raro que expulsemos violentamente de la colección a quienes han salido de malas maneras de nuestras vidas."


"Si no te enganchas a las emociones colectivas, te vas quedando fuera de la realidad y tarde o temprano te tienes que pegar un tiro"

("Todo son preguntas" Juan José Millás)


"Te duermes y sueñas los pasos de tu madre en el pasillo. Eres un niño y el mundo no depende de ti. Puedes ser irresponsable y eso te proporciona  un latigazo de felicidad. Te encoges un poco más y notas los dedos de tu madre en la frente."


"Algo que te concierne está sucediendo sin parar, aunque no sabes dónde."


"El odio es como intentar dormir con una nevera ronroneando al otro extremo del dormitorio."


"La filosofía oriental está concentrada en una pastilla de valium."


"...a los tontos les pasa lo que a todo el mundo: que les gusta estar en su ambiente."


"Algunos de aquellos niños, cuyo peso añoramos..."


("Algo que te concierne" Juan José Millás)


"Esto es lo que hay que conseguir: estar anclada a la vida de forma natural, sin hacerse tantas preguntas sobre los otros, sobre los enigmas, sobre el vacío."


("Historia de un abrigo" Soledad Puértolas)



"Un hito de la infancia, cuando las lágrimas de otra persona son más insoportables que las tuyas propias."


"Una familia es paz y es guerra."


("La conjura contra América" Philip Roth)


(Imagen: sepiensa.org.mx)

viernes, 25 de marzo de 2011

Decálogo de oropel para tratar con adolescentes

Hoy una entrada de autoayuda: como tratar con los adolescentes y salir indemne física y psicológicamente.

Es un decálogo de oropel porque como dice el diccionario el oropel es "cosa de poco valor y de mucha apariencia" que es una buena definición para los consejos que se dan sin ser pedidos y que tienen buena voluntad pero poco más.

Y allá va:

1º Odian las preguntas obvias como por ejemplo "¿Qué? ¿Hace calor?" (cuando entran en casa sudando por cada pelo) o "¿Cómo ha ido el día?" (cuando llegan y tiran la mochila con asco). Evítelas y se ahorrará miradas de odio.

2º Odian las preguntas obvias sólo para ellos del tipo "¿Dónde vas?" "¿A qué hora vuelves?" "¿Con quién has estado?" Evitarlas no mejorará la relación pero ahorrará mentiras.

3º La pregunta "¿Tienes novia/o?" te incluye automáticamente en el club de los viejos entrometidos. Ensaye frente al espejo cómo tragársela cuando la tenga en la punta de la lengua.

4º Jamás pero jamás, jamás, le dé un beso en el perímetro de seguridad que rodee a su instituto, lugares de encuentro, locales favoritos de ocio, etc. (aproximadamente entre 300-1000 m. dependiendo de la susceptibilidad del adolescente en cuestión). Para evitar malentendidos evite si le es posible incluso el saludo.

5º  La frase "Cuando yo tenía tu edad" es el camino más corto para que conecte el ipod, mp4 o similar. No crea por su cara de interés que le está escuchando. La practican varias horas al día en clase y la bordan.

6º Las comparaciones siempre son odiosas si es usted quien las hace y provocan en los adolescentes alteraciones neurológicas, sarpullidos, temblores, rictus faciales, tics incontrolables y, en ocasiones, demencia transitoria. Absténgase pues de "Tu primo ya está en la Universidad, fíjate", "El vecino del 3º se ha graduado con sobresaliente, ¿lo sabías?", etc.

7º Las comparaciones no sólo no son odiosas sino necesarias si son ellos quienes las hacen y provocan en los adultos alteraciones neurológicas, sarpullidos, temblores, rictus faciales, tics incontrolables y, en ocasiones, demencia transitoria. Prepárase pues a "Mi amigo vuelve a las cinco de la mañana",  "La mitad de la clase ha suspendido más que yo", etc. Si no cree estar preparado consulte con su farmacéutico.

 8º No intente elogiar su look, especialmente si está radicalmente alejado del suyo. Si usted, con traje y corbata o traje sastre, elogia sus pantalones caídos y sus bambas desabrochadas y pintarrajeadas cae inmediatamente en desgracia. Obsérvele con disimulo y no haga comentarios. En contra nunca pero a favor menos.

9º No intente confraternizar. Usted es el enemigo, no lo pierda de vista. Si cree tener algo en  común con el adolescente en cuestión espere entre 5 y  10 años para decírselo.

10º Confecciónese un diccionario de trincheras que le ayude a no tener subidas de tensión. Algunos ejemplos de entradas: cuando dicen "tú flipas" quieren decir "creo que esa opción no va a ser posible"; cuando dicen "tú de qué vas" quieren decir "estudiaré tu propuesta"; cuando dicen "venga ya" quieren decir "dejemos esta conversación para otro momento"; cuando dicen "he suspendido cinco" quieren decir "en algunas materias no he obtenido los resultados apetecibles"; cuando dicen "yo voy con quien me da la gana" quieren decir "soy autónomo en la elección de mis compañías" y así sucesivamente.

Si cree que este decálogo es una patochada guárdelo celosamente y vuelva a abrirlo cuando sus hijos lleguen a la adolescencia. Si no los tiene y se le ha alterado el corazón leyéndolo olvídese de incluirlos en su hoja de ruta y cómprese un perro. Si los tiene y los está padeciendo actualmente consuélese con vídeos, álbumes y recuerdos varios que le remitan al pasado mientras con el estoicismo de un Buda espera tiempos mejores.

(Imagen: tomamimanored.blogspot.com)

jueves, 24 de marzo de 2011

Mentiras, por favor.

Salvando a los amigos -que se cuentan con los dedos de una mano y sobran dedos- no hay cosa que me asuste más en el trato con el prójimo que cuando éste dice: "Te voy a ser sincero".

Es el preludio de un derechazo. El prólogo de un puñetazo en el estómago, de un gancho a la mandíbula.

No me sea usted sincero, por favor. Deme mentiras que alimenten mi esperanza, que me den margen para la ilusión, que no destrocen mis sueños. Deme mentiras que me sostengan los días y me acunen las noches.


Nada mejor que estar en Babia, en la inopia, en los mundos de Yuppie, en el limbo, en las Batuecas. Nada mejor para vivir feliz que estar in albis, en la luna de Valencia.

Mentiras, por favor. Tómese usted mis preguntas por retóricas. No me las conteste a menos que sea para mentirme. O mejor aún: yo no haré preguntas. No se avance usted a decirme lo que piensa. Y gracias.


(Imagen: http://nomarsky.blogspot.com)

lunes, 21 de marzo de 2011

Liberada la rehén

Por fin tenemos buenas noticias. Hoy, 21 de marzo, a las 0:21 horas ha sido liberada la rehén.

No parece haber sufrido daños aunque las secuelas psicológicas están aún por determinar.

La opinión pública no comprende cómo cada año tenemos que padecer con ella el mismo dolor y vivir el ansia de si la volveremos a ver de nuevo en libertad. ¿Qué hace el gobierno mientras tanto? ¿Qué hace la oposición? ¿Qué hacen los jueces? ¿Qué hacen los militares? ¿Qué hacen las fuerzas vivas? ¿Y el cuarto poder?¿No debería darse un escarmiento contundente de una vez por todas?

Movilicémonos. Que sea el pueblo, en una rebelión pacífica pero imparable, quien acuadille la protesta. Demos ejemplo a unos dirigentes que asisten con pasividad año tras año al mismo oprobio, a la misma indignidad sin que, por razones económicas, políticas o del tipo que sean, sean capaces de decir basta con firmeza.

Ciudadanos, éste es el momento, éste es el lugar. Que nuestro grito sirva para que esta ignominia haya ocurrido por última vez. ¡Abajo El Corte Inglés! ¡Viva la Primavera en libertad!

sábado, 19 de marzo de 2011

Personajes (III) Papa dicit

Ay, qué difícil es vivir teniendo a algún "Papa dicit" cerca.

Situémonos. ¿Quién es un "Papa dicit"? Si traducimos directamente del latín: "El Papa dice". Ahora ya nos podemos hacer una idea.

Es una de esas personas que hablan y necesitan paralizar al personal. A diferencia de los Maestro Liendres su  tono es mayestático, profundo. No se rebajan a temas intrascendentes. Esperan el silencio y si no es así, no continúan. No es que rebatan las opiniones ajenas, es que ni siquiera las tienen en cuenta. Hablan siempre desde un púlpito, tarima, estrado virtual o lo que sea que les ponga por encima de los demás. Elevan la voz pero con eco. Se escuchan, toman notas de lo que ellos mismos dicen (debe ser para citarse posteriormente).

Su sapiencia debe dejarnos boquiabiertos. Debemos rendirnos a su elocuencia. Si alguien quiere rebajar el tono, se enfadan y son capaces de levantarse y dejarlos con la palabra en la boca.

Si en la vida personal son molestos en la profesional son insufribles. Monopolizan las reuniones, alargan las intervenciones, las caracolean. Son capaces de decir lo mismo que tú acabas de decir pero haciéndote ver que tú no lo has dicho. Huyen de las intervenciones únicas como de la peste: siempre empiezan avisando (¿o será amenazando?) de que van a tratar diversos puntos.

En fin, personalizan la infalibilidad y la condescendencia hacia los pequeños seres que los rodeamos y que somos agraciados con su presencia.


Como decía Serrat en una maravillosa canción con mejor destinatario: "Dios y mi canto saben a quién nombro tanto" (Menos mal que no lee este blog).

(Imagen: Maitena)

lunes, 14 de marzo de 2011

La barandilla en los balcones (I)

Dice Núria Espert que para ella la lectura es como la barandilla en los balcones. Si tuviera que poner un lema en mi escudo de familia (que no tengo. Escudo, familia sí) sería éste.
La barandilla en los balcones: imprescindible, quita el vértigo, evita la caída, nos amplía el horizonte... Todo eso y más está en la lectura. Un día sin leer es un día perdido.

Así que hoy voy a inaugurar unas entradas que, de vez en cuando, sirvan para compartir mis lecturas. No, tranquilidad, no voy a recomendar libros ni a hacer reseñas que para eso ya hay sesudas páginas y voces más autorizadas.

La idea es más modesta: compartir en este blog mi diario de lecturas. Cuando acabo un libro, junto con algún comentario breve sobre lo que me ha parecido, anoto frases que me han llamado la atención. Sin criterio fijo: las hay humorísticas, tiernas, reflexivas, de las que te tocan el corazón, de las que te recuerdan tu lugar en el mundo, desoladoras, esperanzadoras... un poco de todo.

Algunas de ellas pertenecen, curiosamente, a libros infumables que me acabé de leer por cabezonería -soy una lectora cabezona- pero que no valen ni el precio del papel en el que están escritos. Aún así, y aquí está lo mágico, incluso en esos libros hay a veces un destello especial, unas palabras que pellizcan y que merecen el indulto. Otras, por supuesto, pertenecen a obras maestras que quedarán para siempre en la memoria de quien las haya leído.

Hecha esta laaaarga introducción queda inaugurada la sección "La barandilla en los balcones".

Los sufrimientos del amor son como los de las muelas. Intensos, pero nunca graves.

Sólo la gente mediocre se enorgullece de lo que no le gusta.

Sin embargo, las cosas que se olvidan no se pierden del todo. Van a parar a algún lugar, a alguna rendija de la memoria, y allí se quedan, dormidas, pero no muertas. Y, naturalmente, pueden despertarse.

Desgraciado es quien no repara en la malicia de los demás.

(Obabakoak. Bernardo Atxaga)

Ahora, he de ir a ver a mi psiquiatra. Me obligan a ir. Invento cosas que decirle. Ignoro lo que pensará de mí. ¡Dice que soy una cebolla muy original! Le tengo ocupado pelando capa tras capa.

Si no quieres que un hombre se sienta políticamente desgraciado, no le enseñes dos aspectos de una misma cuestión, para preocuparle; enséñale sólo uno.

Eso es lo bueno de estar moribundo. Cuando no se tiene nada que perder, pueden correrse todos los riesgos.

(Fahrenheit 451. Ray Bradbury)

No se debe mantener la mente del niño en barbecho ni un sólo momento.

He buscado la felicidad por todas partes -confesaba Tomás de Kempis a principios del siglo XV-, pero no la he encontrado en ningún sitio excepto en un rincón, y en compañía de un pequeño libro.

Virginia Wolf: El Todopoderoso se volverá hacia Pedro y dirá, no sin cierta envidia, cuando nos vea venir con nuestros libros bajo el brazo: "Mira, ésos no necesitan recompensa. No tenemos nada que darles. Les gustaba leer".

(Una historia de la lectura. Alberto Manguel)

(Imagen: maraton.leer.org)

jueves, 10 de marzo de 2011

Una preocupación menos

Me dice un amigo, con muy buen criterio, que mi blog es muy pesimista. Así que hoy voy a escribir desde el optimismo, desde la liberación, desde el desahogo, desde el rayo de luz que ha entrado en mi corazón.

Desde que era chiquitita una de mis obsesiones era el pelo. Mi madre me hacía trenzas pero a veces decidía dejármelo suelto y aquella cabeza leonina era insufrible.

Cuando llegué a la adolescencia mi modelo era la chica de Coca-Cola ("Esa chica morena, que acabas de conocer, tiene un aire distinto, el de su sencillez...) pero eso implicaba "toga" hacia la izquierda, "toga" hacia la derecha, para acabar pareciendo que llevaba un casco, liso, pero casco. Sin contar conque el novio tenía que esperarse dos horas en el sofá dándole conversación a la mamá mientras la "toga" surtía su dudoso efecto.

Luego llegó la permanente. Al principio, bien. Pero, claro, cuando el pelo crecía, la cabeza cogía un aspecto de "tejadillo" nada favorecedor.

La madurez me trajo el furor investigador. Aparatos: braun silencio, lissima, cepillos con calor...  Productos: alisadores, rizadores, sérums, voluminizadores (ahora sí se trataba de tener la cabeza leonina), mascarillas varias...

Todo esto lo he llevado como he podido. Con resignación, con paciencia, con desespero, con angustia. Mi entorno me soportaba, me daba la razón, me consolaba cuando venía de la peluquería, me apoyaba en mis experimentos varios... Pero en mi fuero interno  yo intuía que era una enferma, que mi obsesión me hacía tristemente diferente a las demás mujeres.

Pero todo cambió el día en que me compré una plancha para el pelo (Steinhart, fabricada en Hospitalet para más señas) y leí el folleto de instrucciones. Ahí vi la luz. Yo era, soy, normal (bueno, al menos en este aspecto). TODAS las mujeres del mundo se preocupan por el pelo y, lo que es mejor, algunas llevan su obsesión hasta extremos en los cuales yo aún no había caído. Todo el mundo lo sabe, lo acepta y los fabricantes se curan en salud.

Leed el punto 7 del folleto de instrucciones y lo entenderéis.

(Imagen: fotografía propia)

jueves, 3 de marzo de 2011

El túnel

Afuera está esperando la primavera. O eso dicen.
Pero el túnel es a veces el sitio donde quedarse.
Lo que nos espera no puede con lo que tenemos. El futuro no nos consuela del presente. El pasado no  nos consuela del presente.Las promesas no nos consuelan del presente. Los sueños no nos consuelan de la vida.

Quizá si nos quedamos quietos, callados... quizá si no nos movemos no nos duela. Regalamos lo bueno por no vivir lo malo.

Un poco de tiempo y un poco de oscuridad y mañana saldremos afuera y haremos como si habláramos, como si trabajáramos, como si riéramos. Haremos ver que vivimos y convivimos. Haremos bromas, ofreceremos buena cara, comentaremos las noticias, criticaremos a los vecinos, haremos planes para mañana y para el año que viene, daremos consejos y los aceptaremos, daremos abrazos y pondremos pegas. Intentaremos huir del túnel hasta la próxima vez.

martes, 1 de marzo de 2011

Dra. Ikea, dígame

Ikea es una tienda de muebles, menaje y decoración. Digo esto por si alguien me lee en un poblado del África Central.
Ikea es moderna. Ikea es multicultural. Ikea es joven. Ikea es asequible. Ikea es ecológica.
Pero por encima de todo Ikea funciona como gurú, psicoterapeuta, psicóloga o cualquier otra profesión que pueda ayudarte en tu camino vital.

¿Un divorcio? ¿Un despido? ¿Un partir peras? ¿Independencia? ¿Vuelta a la dependencia? REDECORA TU VIDA...  y a otra cosa, mariposa.

¿Baja autoestima? ¿Indefinición personal? ¿Angustia vital? DORMITORIOS COMO TÚ: frescos, grandes, amplios, divertidos, elegantes, personalizados... escoge el adjetivo y aplícatelo.

¿Cambios de estado? ¿Inicio de convivencia? ¿Reagrupamiento familiar? DONDE CABEN DOS CABEN TRES... si se hace sitio.

¿Estado de ánimo fluctuante? ¿Carácter imprevisible? ¿Desorden? ¿Caos vital? ¿Estilos educativos permisivos? BIENVENIDOS A LA REPÚBLICA INDEPENDIENTE DE MI CASA... y al que no le guste que no mire.

¿Crisis? ¿Inflación? ¿Paro? ¿Pérdida de poder adquisitivo? ¿Apretamiento de cinturón? NO ES MÁS RICO EL QUE MÁS TIENE SINO EL QUE MENOS NECESITA.
Claro que el último vídeo que acompaña a este consejo éxitoso no lo creo muy acertado. Llamarle menos a lo que todas esas personas parecen conseguir no es lo más adecuado. ¡Quién puede poner cara de coronar un ochomil y aceptar que eso es lo menos que necesitas!

(Imagen: http://www.youtube.com/watch?v=TRMToPrkJro)