martes, 5 de abril de 2011

Yo no lo veo, es que estaba haciendo zapping

Hay cosas inconfesables: la edad si eres una diva del escenario, a quién te llevó a votar el paro, lo que harías si no te condenaran por ello...
Pero si hay algo realmente, realmente inconfesable es que ves programas de los llamados de televisión basura.
Tu lista de programas (nunca demasiado larga, por favor) debe incluir algunos noticiarios (el de Piqueras no, por supuesto), unos documentales de baja audiencia (ya no están de moda los de animales de la 2: mucho mejor de economía, de ciencia o de viajes -eso no incluye Callejeros Viajeros-), algún programa de debate, alguna serie -siempre de culto- y, abriendo mucho la mano, algún programa de entretenimiento de personajes pesimistas (Wyoming, Buenafuente o similares).
Salirse de este abanico significa caer en el descrédito social. No perdamos eso de vista porque nuestra reputación puede verse mancillada en el momento en que algún comentario delate que sabemos el nombre de algún periodista despellejador, el nombre de alguna famosuela con ínfulas, los enredos amorosos, económicos, erótico-festivos o de cualquier otra índole de cualquier televisivo de Gabilondo para abajo.
Tenemos a nuestro alrededor a cientos de personas que se dejarían cortar un dedo antes de confesar que en algún momento de debilidad, de aburrimiento, de apatía o de relajación de costumbres han visto una tertulia de gritones, una puesta en escena de dramas familiares salpimentados con sorpresas desagradables, un cotilleo perverso, una recreación de vidas muertas y enterradas, una serie casposa, un noticiario sensacionalista...
Ha de tenerse un cuidado exquisito para que jamás, pero jamás, alguien pueda sospechar que hemos dejado a un lado "La insoportable levedad del ser" y hemos preferido ver un ratito de chismorreo para convencernos de lo bien que estamos nosotros de la cabeza.
Pero, claro, nadie es infalible y podemos, en un momento de descuido, hacer un comentario en voz alta sobre algo que estamos leyendo en el periódico del tipo "Anda, ésta se ha cambiado de programa" o "Uy, vuelve la nueva temporada de ....". Cuando eso nos ocurra y notemos miradas acusadoras sobre nosotros y sintamos que el suelo de nuestro prestigio se abre bajo nuestros pies sólo nos queda una salida: digamos con energía "Yo no lo veo ¿eh?, es que estaba haciendo zapping".

(Imagen: ideasnaranja.com)