domingo, 22 de mayo de 2011

Tarjeta roja

Para los que creen que los hijos salen como los padres quieren. Para los que blanden su experiencia como si fuera la única.
Para los que hablan y no escuchan.
Tarjeta roja para aquellos que hieren sin piedra ni palo. Para los que no se conmueven ante el dolor. Para los que desprecian las lágrimas.
Para los soberbios. Para los turbios.
Tarjeta roja para quien promete y no cumple, para quien trepa pisando corazones.
Saquemos tarjeta para los que son fuertes con los débiles y débiles con los fuertes. Tarjeta roja para los que mienten cuando se piden verdades. Para los que dicen verdades cuando pedimos mentiras.
Tarjeta roja para los que no se permiten emociones, para los que no se las permiten a los demás.
Para aquellos que ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.
Para los que nos confunden con su palabrería, para los que con su silencio nos avergüenzan.
Saquemos ya tarjeta a los tóxicos, a los que cada día intentan encogernos el alma. A los duros de corazón y blandos de cerebro.
Tarjeta roja para los que nos ensucian el horizonte. Para los culpables que culpabilizan. Para los mártires sin martirio, para los héroes sin hazañas.
Despejemos el campo donde nos jugamos la vida de aquellos que nos desalientan, que nos deprimen, que nos agobian, que nos decepcionan.
Juguemos limpio, juguemos por jugar, por el placer de lo compartido.
Tarjeta roja con decisión, con firmeza. Tarjeta roja sin vacilaciones para poder caminar con alegría.
(Imagen: esfutbol.es)