jueves, 7 de abril de 2011

Editar la vida

Hace unos días vi cómo una persona editaba un vídeo. Las imágenes se ampliaban, se reducían, se iluminaban. Varias escenas se adelantaban en el tiempo y le daban más sentido a ciertas situaciones. Lo interesante, resaltado. Una música de fondo, la banda sonora adecuada a cada estado de ánimo, a cada expresión, a cada sonrisa. Pequeñas explicaciones intercaladas, textos que aclaran cosas, textos que las engrandecen. Y sobre todo cortes. Cortar lo que no gusta, lo que sobra, lo que no viene a cuento, lo que no interesa, lo que está fuera de lugar, lo que no aporta nada. Quitar lo que se cruzó sin motivo, lo que desluce, lo que afea, lo que no se entiende.
Pensé que era un bonito invento para el futuro. Pensé en la ciencia ficción. Los relatos de tiempos venideros incluyen viajes a la velocidad del sonido, vehículos supersónicos, comunicación telepática, miembros regenerables... Yo querría algo como la edición de vídeo.
Editar la vida. Volver atrás y cortar, añadir explicaciones, quitar sombras, dar luz, hacer lo que no se hizo, decir lo que no se dijo, suprimir el dolor y los errores. Aprovechar las oportunidades. Dar rienda suelta a los afectos. Reconocer a los culpables. Suprimir a los intrusos. Valorar lo perdido. Preparar el futuro. Diseñar los caminos.

Quizá algún día pueda hacerse. Editar la vida para vivirla plenamente. Editar la vida para ser feliz.

 (Imagen: es.paperblog.com)