lunes, 13 de junio de 2011

La mano que sostiene, el pecho que cobija

Acabo de llegar de un funeral. Hace unos días murió una persona conocida, la hermana de un tío político y, como es costumbre en nuestro país y en la religión en que nos bautizaron, al cabo de unas semanas se le hace un funeral.

Las personas que no pudieron asistir al entierro o aquellas más cercanas que quieren reiterar su acompañamiento a los dolientes -habría que hacer una entrada sólo para comentar esas bonitas palabras que repetimos sin darnos cuenta de su peso- asisten a esa misa donde se nombra al difunto y se ruega que sea acogido en el cielo, prometido desde el bautizo.

Las palabras que dicen los sacerdotes en esos casos son terriblemente vacías: poco pueden consolar a quien está sufriendo y parecen dichas para que uno se alegre por lo ocurrido y esté deseando morirse porque lo que le espera es maravilloso y alejado del sufrimiento que nos rodea. No son sensibles a los diversos grados de fe que tienen los que asisten ni a si las circunstancias de la muerte les han hecho perder la confianza y tambalear las creencias que les inculcaron.

Sin embargo, por sorpresa, hay cosas que todavía conmueven: la luz de las iglesias o su penumbra, la entrega que se ve en gente o muy joven o muy vieja, la austeridad o el barroquismo, las velas, la liturgia repetida en tantas voces... y las letras de algunos himnos que, de repente, te dan ganas de creer por encima de todo. De volver a pensar que alguien vela por ti -la mano que sostiene, el pecho que cobija- sin pedirte nada a cambio. Que alguien te quiere por encima de todo y nunca te abandonará. Que alguien te espera para perdonarte todo lo malo y premiarte todo lo bueno. Alguien que no va a fallarte ni queriendo, ni sin querer.

Luego sales de allí y recuerdas los dolores -propios y ajenos-, las cosas pedidas y nunca concedidas, los desgarros que se te han ido acumulando, las desgracias que la humanidad acumula y sientes que el argumento era bonito pero poco creíble. Lástima.


(Imagen: pensamientograduacion.blogspot.com)