martes, 5 de julio de 2011

Un brillo inesperado

En la infancia son amigos los que están a tu lado echando arena en el cubito.
En la adolescencia son amigos los que hacen bulla contigo y salen y entran.
Cuando somos adultos ya no confiamos en descubrir nuevas amistades.Caminamos río abajo mirando donde ponemos los pies. Con cuidado, con tiento.

Y de repente, entre la arena y los guijarros, vemos un brillo inesperado; nos agachamos y lo cogemos con cuidado entre los dedos. Y allí está, reluciendo: una amistad que se ofrece sin interés. Un abrazo a tiempo, una palabra medida, unos oídos atentos, un corazón abierto. Templanza, prudencia, cariño. Unas risas compartidas, un consejo valioso, una opinión certera. Momentos inolvidables, recuerdos preciados.

Y Nuria se va.

(Imagen: fotografía personal. Un regalo para el recuerdo)