viernes, 24 de junio de 2011

¡¡Al fuego!!

¡¡Al fuego!! Al fuego con lo inútil, con lo que nos daña, con lo que nos paraliza.
Echemos al fuego las dudas, los duelos, los quebrantos, los dolores, las penas, los malos pensamientos, las intenciones negativas, los hechos irremediables, los anhelos inalcanzables, las lágrimas, la angustia, los silencios culpables, las palabras hirientes, la soledad impuesta, la compañía ingrata.
Quememos lo injusto de este año, lo que no debió suceder y sucedió, lo que esperamos y no llegó nunca.

Que de esa hoguera no quede ni rastro; echemos agua. Purifiquemos con fuego, con agua, con aire. Limpiemos para encontrar la paz de espíritu, la serenidad, la confianza, la fortaleza. Y si no, la resignación.

Hagamos borrón y cuenta nueva en este solsticio: de forma pagana, examen de conciencia, dolor de corazón y propósito de enmienda.

Tenemos lo que tenemos y ello nos ayudará a vivir.


(Imagen: fotografía personal. Hoguera de San Juan. Verbena de las fiestas del Centro. 23 de Junio)