lunes, 21 de febrero de 2011

Ser y no ser

Hace unos días vi por televisión un anuncio que me dejó ojiplática.
En el anuncio en cuestión un señor aparecía en el extremo de un sofá con el cabello completamente blanco y en el otro extremo con el cabello completamente negro.
Frente a él una señora madurita -examinadora, contratante, cazatalentos???- tipo Sharon Stone venida a menos valoraba y aprobaba las dos imágenes: una por la experiencia (cabello blanco) y  otra por la vitalidad (?????) (cabello negro).
Solución: el señor en cuestión debía, en previsión de verse involucrado en una situación similar a la descrita, ponerse una loción para teñir las canas cuya máxima virtud era ¡¡que no teñía todas las canas!!
Se acabó el anuncio y ahí me quedé yo, perpleja.
La primera parte tiene su enjundia: el cabello blanco es experiencia y el cabello negro es vitalidad. Muchas pegas se pueden poner a esto pero vamos a darlo por bueno.
Pero, ¿y la segunda parte?¿Nos quedamos en que es un anuncio con poca gracia? Pues pasamos página.
Pero, ¿y si nos da por pensar que refleja nuestra sociedad? La impostura (que es en lo que se acaba convirtiendo el querer serlo todo sin definirnos en nada) como un arma de éxito y el ninguneo de los que se conforman con lo que son en cada momento y piden que se les valore por ello.
Moraleja: a ver si ahora me voy a agobiar hasta con los anuncios.

(Imagen: blog.infoxel.com.ar)

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